ESCRITO POR JUAN PABLO GAITAN Y JAIME ANDRES BARBOSA
Éste reportaje tomará forma desde la vida de dos personas que comparten la condición de una discapacidad física. Sin embargo, las circunstancias de sus vidas los llevaron a afrontar el mundo de maneras diferentes.
La perspectiva de la vida es diferente cuando vives el día a día desde una silla de ruedas, lo asegura Nayib Saddy, un bogotano que desde el momento de su nacimiento quedó paraplégico por un error médico que provocó la falta de oxigeno en su cerebro.
“Soy un hombre que a pesar de mi condición, me encuentro feliz y me gozo cada segundo en el que tengo la oportunidad”.
Tiene 45 años y la vez que mas se acercó a hacer algún tipo de ejercicio, fue en las fisioterapias que le realizaban cuando era apenas un niño, cuenta mientras que su primo Lino Paulo lo sube a la silla de ruedas después de haberlo vestido.
En Colombia, para el año 2008 se calculaba que aproximadamente existían unos 700 mil discapacitados, asevera Lino Paulo Reina (primo de Nayib ) quién estuvo vinculado al comité regional de rehabilitación en Medellín hasta el 2008.
“Claro que ese número recoge a todo tipo de personas que tienen algún tipo de discapacidad mental o física, pero lo que me parece muy grave y triste es que el numero sigue creciendo y no solo es por enfermedades o errores médicos como en el caso de mi primo, si no que los accidentes de transito contribuyen con un gran número”.
A eso se le debe agregar el informe presentado por medicina legal del año pasado, en el que arroja el aterrador dato que demuestra que en Colombia, los jovenes que estan en el rango de edad entre los 20 y 30 años son quienes mas accidentes de transito protagonizan, y los que no mueren pueden quedar discapacitados confirmó Lino Paulo, pues asegura estar muy interesado en el tema desde hace varios años.
Sin embargo, las razones por las que se puede llegar a quedar en una silla de ruedas por el resto de la vida son innumerables y en algunos casos como en el de Nayib, la persona no realiza ejersicios físicos, lo que lleva a que su cuerpo pierda poco a poco las posibilidades de valerse por sí mismo y hacer de su vida, una con muchas limitaciones, confirma Nayib desde su silla de ruedas.
“Yo conocí hace algún tiempo a Pablo Álvarez, quien se encontraba en una situación similar a la mia; lo digo por lo de la silla de ruedas, pues el es todo lo contrario a mi, el hombre es un berraco deportista” comentó mientras comía un sanduche y se reía.
“Supongo que su calidad de vida debe ser diferente a la mia. Es decir, no me quejo pues mi familia contrata a un muchacho que viene todos los días a mi casa y me baña, me viste, me prepara desayuno. En fin, hace lo que yo no puedo hacer por mi y se que Pablo si puede hacer la mayoría de esas cosas solo, sin la asistencia de nadie.” Recalcó Nayib haciendo uso de un tono enérgico.
Cuando una persona que esta en silla de ruedas no fortalece los musculos que tiene la posibilidad de trabajar, se deterioran y el hombre o mujer muy posiblemente va a comenzar a ganar peso de manera aselerada. Y eso va a ser un problema futuro y muy notable para esa persona, explicó el médico cirugano Jorge Rojas.
Nayib pesa 124 kilogramos y sufre de algunos problemas de salud que fueron agudizados por el sobrepeso.
La sobre protección de los padres
Según el psicólogo Hernán Saráza y amigo personal de la familia Saddy, asegura que la sobreprotección de algunos padres con sus hijos discapacitados, representa un problema seguro para el futuro de estos niños.
“Ese fue el error de Nefer Franco y de Salin Saddy, pues quisieron hacer todo por su hijo y no lo dejaron aprender a actuar por sí mismo, ellos creyeron que podrían cuidarlo durante toda su vida, pero no fue así. Los dos murieron hace mas de 15 años”. Comentó el señor Saraza.
También ilustró que estaba seguro que no era el único caso de ese tipo, por lo que recalcó que los padres deben llevar también un proceso de ayuda para que comprendan que la mejor forma de asistir a sus hijos, no es haciendo todo por ellos sino metiéndolos en todo tipo de actividades que puedan colaborar con su progreso. Un excelente ejemplo de eso son los deportes especializados para discapacitados.
“Claro que he escuchado sobre esos deportes, me los han mensionado miles de veces y entiendo que si yo hubiese estado interezado algún día en eso, mi vida en el día de hoy sería muy distinta”. Comentó Nayib.
Hacer ejercicio a diario para cualquier persona que no tiene discapacidades físicas, es muy saludable y bueno para su vida. Es algo que resulta obvio y fácil de entender, “Así que imaginen lo bueno que puede resultar, si se hace de la forma adecuada para una persona que esta en silla de ruedas” explicó el doctor Rojas.
En algunos casos podría ayudar a superar muchas labores que antes le resultaban imposibles realizar, como vestirse por si mismo, cocinar, ir al baño sin ayuda y lo que es más importante: sentirse mejor física y psicológicamente. Resaltó el psicólogo Saraza.
“No soy parte de ellos, pero los admiro y quisiera que en el futuro mas personas discapacitadas fueran parte del deporte”: Nayib.
“Nacer discapacitado físicamente o sufrir un accidente que lo deje en esa condición no quiere decir que la vida de estas personas deba resumirse a estar sentado en una silla de ruedas todo el día y depender de la ayuda que le brinden los demás: ellos son unos berracos, dignos de aplaudir y admirar.” Comentó Lino Paulo Reina.
Nayib Saddy representa a esa población de discapacitados que no se vinculó en ningún momento a las actividades deportivas. En su caso, se inició por la sobre protección de sus padres, quienes creyeron que la mejor forma de expresar su amor por el era protegiéndolo de todo, inclusive de cosas básicas como lo mencionó anteriormente el psicólogo y amigo personal de la familia, Hernán Saraza.
Cuando Nayib conoció a Pablo, fue con el interés de hacer que se interesara por vincularse con alguna actividad deportiva para discapacitados. Sin embargo, Nayib dice que ya era muy tarde para comenzar ese proceso y que ya estaba acostumbrado a la forma de vida que llevaba.
Por eso a los jovenes que estan en silla de ruedas hoy, se les debe seducir con el deporte desde la temprana edad, para que “comiencen o en su defecto continuen su inclusión productiva a la sociedad. Inicien el aprendizaje de un deporte, orientado por personas preparadas para su enseñanza y capacitadas en el manejo del discapacitado. Se formen de manera integral en componentes físicos, técnicos, sico – sociales, afectivos y cognitivos. Ocupen de manera productiva el tiempo libre. Mejoren la condición de su calidad de vida y por añadidura la de su entorno familiar. Superen y asuman retos de aprendizaje y de mejoramiento de marcas o de su nivel en el deporte. Representen su institución educativa, su familia, su localidad y más adelante su ciudad en eventos deportivos competitivos”. Se resalta en el informe proporcionado por el IDRD.
Ahora bien, se ha hablado de la historia de Nayib Saddy como representación de las personas que están en silla de ruedas y por diferentes motivos, no se vieron vinculados en procesos deportivos que funcionan como superación y rehabilitación personal, para transformarse en inclusión productiva de la sociedad. Es momento de observar la historia desde la perspectiva de ACA PUEDE SER EL PUNTO PARA QUE ESCRIBAS TU JAMESSSS
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